Con el fin de garantizar y supervisar la organización interna del proceso de admisión, se estableció hace varios años el Comité de Admisiones. Este comité está compuesto por la Rectora del Colegio, representantes docentes de cada nivel educativo (Preescolar, Primaria y Bachillerato), la Coordinadora del Seminario, maestras fundadoras y la Secretaria Académica.
El Colegio ha estado trabajando arduamente para brindar información más completa a las familias interesadas en conocer nuestra propuesta pedagógica. Con este objetivo, se han organizado las «Jornadas Informativas», espacios en los cuales se proporciona información detallada sobre nuestra institución. La asistencia a estas jornadas se ha convertido en un requisito para solicitar una vacante, dado que, a pesar de la limitada disponibilidad de cupos en la mayoría de los grupos, las familias expresan su interés en conocer más sobre nuestro enfoque educativo. Es importante destacar que todas las familias interesadas deben inscribirse y asistir a la Jornada Informativa, ya que el Colegio no puede atender a las familias de manera individual.
Le invitamos cordialmente a completar el formulario:
En vista de lo expuesto, resulta de vital importancia compartir con la comunidad los apuntes sobre la Reglamentación del Comité de Admisiones, así como los aspectos fundamentales de un Colegio Waldorf.
Los niños pueden ingresar al colegio a partir de los 18 meses, en el nivel de Maternal destinado a niños que ya caminan. Permanecerán en Maternal hasta los tres años y medio, momento en el cual pasarán al nivel de Preescolar. En Preescolar, los niños continuarán hasta los 7 años, cuando estarán preparados para el proceso cognitivo.
En cuanto al bachillerato, solo se aceptan estudiantes hasta el séptimo grado.
En casos en los que no haya cupo disponible para el grado solicitado, las familias interesadas podrán inscribirse y quedar en lista de espera. Cuando se liberen cupos, se contactará a las familias en el mismo orden en el que entregaron su solicitud de cupo. Se les consultará si aún mantienen su interés en ingresar al colegio. Es importante destacar que se otorga prioridad a los hermanos de los alumnos ya matriculados en el colegio, así como a los hijos de egresados y maestros. Sin embargo, para acceder a esta prioridad, las familias deben cumplir con todos los procedimientos exigidos en la reglamentación.
Durante la jornada informativa, se proporciona a las familias, sin ningún compromiso y sin garantía de disponibilidad antes del próximo año escolar, el Formato de Solicitud de Cupo para ingresar a la Lista de Espera. Una vez impreso y completado, el formulario debe ser devuelto a la oficina de la Secretaría Académica, ya sea de forma física o virtual según sea necesario.
La pasantía en el nivel de Preescolar implica que el niño(a) asista a la jornada escolar durante dos días, aunque este período puede ser extendido si la Maestra lo considera necesario. Para los grados de 1º a 7º de Primaria, siempre y cuando haya cupo disponible, la jornada de observación o pasantía tiene una duración de dos semanas (10 días hábiles). La autorización para esta etapa se realiza después de analizar los documentos pedagógicos solicitados a la familia. Si el resultado del proceso es positivo, los costos educativos comenzarán a contabilizarse a partir del inicio de la pasantía.
Como requisito previo para iniciar el proceso de observación, se debe realizar un análisis de los documentos pedagógicos y administrativos solicitados en el Formulario de Solicitud de Cupo. Los padres deben presentar la documentación requerida por la Institución en un plazo máximo de diez días hábiles; de lo contrario, el proceso se cancelará y el cupo quedará disponible.
La entrevista con los padres de familia se lleva a cabo una vez finalizada la etapa de observación del alumno, aunque el maestro tutor tiene la autonomía para realizarla antes de la pasantía. La familia debe acatar la fecha establecida por la institución para formalizar la matrícula después de completar todo el proceso. En caso de no hacerlo, el colegio podrá disponer del cupo.
Por política interna del colegio, no se aceptan solicitudes para alumnos nuevos en los últimos cuatro grados de bachillerato (octavo, noveno, décimo y undécimo). Si una familia no cumple con la asistencia a la Jornada Informativa o la presentación de los documentos en las fechas indicadas sin una causa justificada, perderá el derecho a continuar en el proceso de selección.
Los alumnos que completan el proceso de admisión durante el año no podrán comenzar las clases hasta que su familia haya realizado los pagos correspondientes a los costos educativos. La respuesta institucional será emitida por la Secretaría Académica, y se enfatiza que el colegio se reserva el derecho de admisión.
Todas las familias que se matriculan por primera vez en el colegio deben asistir, como mínimo, al Seminario de Formación de Padres ofrecido por la institución, el cual es obligatorio durante su primer año de matriculación.
Los maestros en las escuelas Waldorf se dedican a fomentar un entusiasmo interno por el aprendizaje en cada estudiante, permitiendo que surja la motivación y ayudándolos a despertar su capacidad de aprendizaje a lo largo de toda su vida.
En un colegio Waldorf, para los estudiantes, la música, la danza, el teatro, la escritura, la literatura, las leyendas y los mitos no son simplemente temas de estudio, sino que se experimentan, se internalizan y se exploran. A través de estas vivencias, cultivan un amor duradero por el aprendizaje y desarrollan sus capacidades intelectuales, emocionales, físicas y espirituales, preparándolos para enfrentar el mundo con confianza y sabiduría.
Desarrollada por Rudolf Steiner en 1919, la educación Waldorf se basa en un conocimiento profundo del desarrollo humano que responde a las necesidades del niño en crecimiento. Los maestros Waldorf se esfuerzan por transformar la educación en un arte, que enseña a los niños desde el sentir (corazón) hasta el hacer (las manos), así como la cabeza.
Los maestros Waldorf están interesados en los estudiantes como individuos y su formación con ellos se basa en cómo establecer dentro de cada uno su propio nivel de excelencia académica, que les permita suscitar el entusiasmo por aprender y trabajar, les genere una sana conciencia de sí mismos, así como un interés y preocupación por otros seres humanos y un respeto por el mundo, ayudando a los alumnos a encontrar un sentido a sus vidas.
Un colegio Waldorf es una institución educativa privada que brinda una formación integral desde el Jardín Infantil hasta el bachillerato. Estos colegios son ampliamente reconocidos y constituyen una red global de casi trescientas instituciones educativas, siendo la cadena más importante de colegios privados en todo el mundo.
El primer colegio Waldorf fue fundado en Stuttgart, Alemania, en 1919 por Emil Molt, empresario y gerente de la fábrica de cigarrillos «Waldorf Astoria». Molt tomó la decisión de establecer una institución educativa para los hijos de los trabajadores de su fábrica, basándose en los principios humanistas y educativos propuestos por el filósofo Rudolf Steiner. Fue así como el nombre «Waldorf» quedó asociado tanto al colegio como al método educativo que se desarrolló posteriormente.
Además de enfatizar la importancia de fomentar relaciones sociales saludables, Rudolf Steiner sostenía que, desde cualquier perspectiva, es fundamental tener un espíritu libre y una capacidad de pensar innata para adquirir conocimientos. Reconocía que cada individuo es único y tiene un desarrollo del pensamiento propio, lo cual es fundamental para todo proceso de aprendizaje. A través del pensamiento, el ser humano puede aspirar a convertirse en un iniciador activo de su propio futuro, en lugar de ser arrastrado por los acontecimientos externos.
Además de sus investigaciones en humanidades, Rudolf Steiner también encontró su camino en la agricultura biodinámica, la medicina y las artes, en las cuales dejó una notable contribución.
No, los maestros Waldorf, por el contrario, establecen una autoridad amorosa en sus relaciones con los alumnos. Los niños buscan límites y solo cuando los adultos les comunican estos límites, ellos se sienten seguros y al mismo tiempo pueden experimentar y desarrollar su propia personalidad. A medida que los estudiantes avanzan en su educación, la relación entre profesores y alumnos se transforma para adaptarse al desarrollo de los adolescentes.
El control y la disciplina son aspectos importantes dentro de la educación Waldorf. El lema es brindar cierta libertad, pero no sin un sentido de control, y educar a los estudiantes para que desarrollen una libertad interna que consiste en la capacidad de pensar y actuar de manera independiente, basados en un juicio maduro. Esto solo puede lograrlo una persona educada. Por el contrario, una persona sin educación tiende a dejarse llevar por sus instintos o se conforma con actuar según las indicaciones de otros. Una persona educada, en cambio, primero aprende de otros la lógica y las pautas de comportamiento, hasta que su propio juicio haya madurado lo suficiente como para tomar decisiones por sí misma.
La diferencia entre los colegios Waldorf y los colegios de educación tradicional se basa en un profundo conocimiento del desarrollo en las diferentes etapas de los niños y, en consecuencia, en la aplicación diferenciada de la enseñanza.
El niño está en constante aprendizaje, siguiendo naturalmente sus etapas de desarrollo desde el nacimiento.
El ser humano es fundamentalmente único e individual, consciente de sí mismo como un Yo o Ego. Esto se manifiesta en diferentes comportamientos hacia los demás y otros seres. El niño tiene una mente que busca la verdad y vive a través de las sensaciones que le revelan sus órganos de los sentidos. Aunque esta participación es similar en todos, la forma en que cada uno se comunica y experimenta el entorno puede ser diferente. La personalidad se expresa a través de la voluntad, el sentir y el pensar, y todas estas facetas deben ser cultivadas en la educación para garantizar un desarrollo armonioso y saludable en el niño.
En las escuelas Waldorf, el objetivo es desarrollar de manera integral las habilidades intelectuales, creativas, artísticas, prácticas y sociales en los niños y adolescentes.
En una comunidad caracterizada por la estabilidad y el ritmo, los niños tienen la oportunidad de desarrollarse de manera saludable. Un elemento fundamental en este proceso es contar con un pilar confiable para ellos. En las escuelas Waldorf, esto se logra a través de la figura del maestro de la Clase Principal, quien acompaña a los estudiantes durante ocho años y lidera las dos primeras horas de la jornada escolar.
Al tener al mismo maestro durante este período, se establece un vínculo sólido y profundo entre el educador y los estudiantes. El maestro llega a conocer muy bien a cada uno de ellos, lo que le permite responder de manera individualizada a sus fortalezas y debilidades. Esta relación cercana y continua fomenta un ambiente de confianza y apoyo mutuo, creando un espacio propicio para el crecimiento y el aprendizaje de los niños.
Los maestros de las escuelas Waldorf reciben una formación especializada que los prepara para abordar de manera efectiva el currículo escolar Waldorf. La formación y autoformación del maestro son consideradas de vital importancia en este enfoque educativo.
En el contexto de las clases Waldorf, los tutores de grupo desempeñan un papel fundamental al impartir la Clase Principal durante las dos primeras horas de la mañana, durante un período de cuatro semanas conocido como «Época». Posteriormente, los estudiantes reciben clases especiales como deporte, música y arte. El objetivo no es simplemente transmitir un conocimiento completo, sino fomentar una relación viva entre lo que se aprende, lo que se es y lo que se experimenta en el mundo.
Esta aproximación permite que el aprendizaje sea significativo y placentero para toda la vida. Se busca cultivar la capacidad de los estudiantes para establecer conexiones entre los diferentes aspectos de su educación, fomentando una comprensión integral y profunda de los temas estudiados. De esta manera, se promueve un enfoque holístico y enriquecedor del aprendizaje.
Durante las dos primeras horas de la mañana, el tutor de grupo se dedica a impartir una única materia que se estudia durante un período de cuatro semanas. En este espacio, los estudiantes tienen la oportunidad de explorar temas como historia, matemáticas, geografía, lenguaje y otros. El objetivo de esta metodología es permitir que los estudiantes se sumerjan en un tema en particular, en lugar de tener su atención constantemente dividida entre diferentes materias. Esto aumenta su interés y les permite establecer una conexión profunda con los temas tratados.
El tutor de grupo distribuye el tiempo disponible de manera equilibrada para abordar sucesivamente el intelecto, los sentimientos y la voluntad de cada estudiante. De esta manera, se busca atender a las necesidades individuales de los estudiantes en diferentes aspectos de su desarrollo. Este enfoque integral promueve una comprensión más completa y una mayor participación activa por parte de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
Las escuelas Waldorf no son instituciones religiosas o confesionales, ni tienen la intención de enseñar la antroposofía. Sin embargo, toda la educación en estas escuelas tiene un carácter espiritual y religioso, en el sentido de fomentar un ambiente de respeto, admiración y reverencia hacia la naturaleza y la humanidad.
La escuela ofrece una enseñanza religiosa cristiana libre, sin estar vinculada dogmáticamente a ninguna de las grandes religiones cristianas. Los niños reciben conocimientos generales del Antiguo y Nuevo Testamento.
A través de la lectura y las conversaciones, se busca cultivar en los niños un sentimiento de devoción y respeto hacia todo lo que está por encima, al lado y debajo del ser humano. Este enfoque busca promover una actitud de reverencia y cuidado hacia el mundo que nos rodea.
Es esencial proporcionar un entorno adecuado y los estímulos necesarios a los niños de 0 a 7 años para que, a través del movimiento y el juego, puedan desarrollar su imaginación. El uso excesivo de dispositivos electrónicos en esta etapa reduce significativamente su creatividad y los vuelve pasivos ante los objetos. Un niño que pasa la mayor parte de su tiempo frente al televisor o los videojuegos no está aprovechando su capacidad motora y está limitando su desarrollo integral al obstaculizar su creatividad, que es fundamental en esta etapa.
En niveles superiores, se permite el uso de computadoras y dispositivos electrónicos, considerándolos herramientas que están al servicio del ser humano. Esto implica que se utilicen de manera consciente y responsable, aprovechando sus beneficios en el proceso de aprendizaje y desarrollo de habilidades específicas. Sin embargo, se mantiene la importancia de equilibrar el uso de estas tecnologías con otras actividades que promuevan la interacción social, la creatividad y el desarrollo integral de los estudiantes.
Las escuelas Waldorf tienen una política de apertura para todos los niños, sin importar su religión, color, género o nivel económico de sus padres. Después de una jornada de orientación, se realiza una entrevista de admisión en la escuela para los interesados.
Además, los estudiantes de los grados superiores tienen la oportunidad de participar en intercambios con otras escuelas Waldorf. En el Colegio Isolda Echavarría, se lleva a cabo un intercambio con la Chicago Waldorf School para los estudiantes de noveno y décimo grado. Este intercambio brinda a los estudiantes la oportunidad de experimentar una nueva cultura y enriquecer su aprendizaje a través de la interacción con estudiantes de otros contextos educativos.
No es necesario que un niño tenga talento musical para ser admitido en una escuela Waldorf. La Escuela Waldorf se enfoca en el desarrollo integral de todos los sentidos. Si un estudiante muestra interés y participación en actividades artísticas como pintura, dibujo, escultura o tejido, lo importante no es tanto el resultado final, sino el proceso de cómo se involucra en estas actividades. A través de este proceso, los niños y jóvenes adquieren una variedad de habilidades más allá de las artísticas, ya que los maestros se esfuerzan por fomentar en ellos la inteligencia, la creatividad y la personalidad de cada alumno por igual.
La cantidad de alumnos en las escuelas Waldorf puede variar, y en algunos casos puede haber grupos de hasta 35 estudiantes. Sin embargo, es importante destacar que en muchas materias, las clases se dividen en dos grupos. Uno de ellos está conformado por estudiantes que tienen facilidad para comprender los temas, mientras que el otro grupo está compuesto por estudiantes que requieren un poco más de apoyo. Los estudiantes que demuestran un rápido progreso pueden recibir tareas más desafiantes por parte de los maestros.