En un ambiente impregnado de solemnidad y reverencia hacia la naturaleza, se llevó a cabo con gran éxito la celebración del Día de la Siembra. El evento, que tuvo lugar en el auditorio Benedikta Zur Nieden, fue un homenaje musical a la madre tierra, destacando la importancia de su cuidado y preservación.

Desde tempranas horas de la mañana, los organizadores del evento se esmeraron en preparar cada detalle para garantizar una experiencia inolvidable. El escenario se engalanó con los muñecos de alpiste, emblema de la vida en su estado más primigenio, mientras que los asistentes aguardaban con expectación el inicio de las festividades.

La ceremonia dio inicio con un emotivo verso inaugural a cargo de Isabela Gómez, estudiante de grado once, quien supo captar la atención del público con sus palabras cargadas de poesía y reverencia hacia la naturaleza. Acto seguido, Mariana Gallego, estudiante de sexto grado, cautivó a los presentes con una brillante interpretación en piano, destacando piezas como «Mariposa Tecnicolor» y «Gotas de Lluvia».

El punto culminante de la celebración fue la «Danza de los Cuatro Elementos», ejecutada con maestría por los estudiantes de segundo grado bajo la dirección de la maestra Doris Urrego. Esta presentación, que evocó la armonía y el equilibrio de la naturaleza, recibió el aplauso unánime de los espectadores.

La música continuó llenando el teatro con las enérgicas interpretaciones a cargo de los estudiantes de tercer y cuarto grado y dirigidas por el maestro Diego Acevedo, quienes entonaron melodías como «Ya se eleva el alba» y «Alborada” de Joseph Haydn. La cumbia cienaguera a cargo del grupo de sexto grado también añadió un toque de alegría y ritmo a la celebración.

Entre las intervenciones musicales, el maestro Jesús Giraldo informó sobre la inauguración del sistema de riego, resaltando la importancia de cuidar los recursos naturales para garantizar un futuro sostenible.

Las presentaciones en piano de Ana Espinosa, estudiante de cuarto grado, añadieron un aire de solemnidad y belleza al evento, con piezas como «La Bruma del Atardecer» y un fragmento de la Sonata en La Mayor de Mozart.

El evento concluyó con un último verso a cargo de Suyai García Muñoz, seguido de la entrega simbólica de los muñecos de alpiste por parte de los estudiantes de once a primero grado, marcando así el cierre de una celebración memorable.

La celebración del Día de la Siembra fue un tributo musical que resaltó la importancia de amar, respetar y cuidar nuestro entorno natural. Con este evento, se reafirmó el compromiso de la comunidad educativa con la preservación del medio ambiente y el fomento de una relación armoniosa con la naturaleza. Este evento se realizó el 21 de marzo de 2024.